Manifiesto del Movimiento de Mujeres del Ecuador

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             “Todo
retroceso en derechos alcanzados, es violencia”

25 de Noviembre
de 2013
Nosotras,
impulsadas por nuestra fuerza, convicción y compromiso y apoyadas en
las voces de nuestras ancestras, que nos legaron la lucha por la
igualdad, equidad, justicia social y justicia de género, no
discriminación, la dignidad de las mujeres, sus pueblos, sus
territorios y la defensa de la naturaleza.
Nosotras,
esas voces que ni el patriarcado ni el capitalismo han podido callar,
consideramos que este es el momento en el que las exigencias y
propuestas del movimiento de mujeres, deben ser escuchadas y asumidas
por el Estado ecuatoriano y la sociedad en su conjunto.
Nosotras,
mujeres de campo y ciudad, mujeres de los manglares, mujeres rurales,
de los barrios, cooperativas, mujeres urbano populares, campesinas,
trabajadoras, jóvenes, estudiantes, profesionales, trabajadoras
sexuales, lesbianas, indígenas, negras, adultas mayores, con
capacidades especiales, unidas en la fuerza de las diversidades.
Reconocemos
Que
el Ecuador es un Estado Constitucional de derechos y justicia social,
laico y plurinacional, lo que implica el reconocimiento de los
sujetos de derechos específicos y la obligatoriedad del Estado de
garantizar todos sus derechos.
Que
en el Ecuador se ha legitimado la paridad electoral, la distribución
de la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia en la lista de
medicamentos del Sistema de Salud Pública y la creación de los
Juzgados Especializados contra la violencia a la Mujer y la Familia,
que son resultado de nuestras luchas históricas como movimiento de
mujeres.
Expresamos
Que
el régimen actual ha reforzado un modelo económico de explotación
de la naturaleza afectando especialmente a las comunidades, pueblos y
nacionalidades, mediante el apoyo a la minería a gran escala y la
agroindustria.
Que
la ausencia de una real y equitativa reforma agraria, sumada al 
modelo extractivista y colonizador de nuestros pueblos y territorios,
ha generado una re-primarización de la economía nacional que
profundiza la división sexual del trabajo en términos patriarcales
y capitalistas, afectando directamente la vida de las mujeres por la
enorme carga de trabajo reproductivo y productivo que se nos asigna,
así como por la expansión vertiginosa de la colonización de los
cuerpos de las mujeres y las niñas.
Que
el cambio de la matriz productiva, no puede centrarse en el
extractivismo, ni en la modernización del capitalismo y de la
neocolonialización.
Que se anuncia el
avance de las negociaciones del TLC con la Unión Europea, que
la liberalización del mercado y los TLCs  no tienen en cuenta
factores específicos de género, y que por el contrario, agudizan
las inequidades y discriminaciones: aumentan  la participación
de las mujeres en la economía informal y la feminización del
empleo precario, empeorando la ya deteriorada calidad de vida.
Alertamos
que este proceso puede derivar en una mayor explotación y
feminización de la pobreza y una mayor denigración a las mujeres
como sujetas de dignidad y de derechos.
Demandamos
a las cinco funciones del Estado
  • Garantizar
    una economía social, solidaria y para la vida, que rompa relaciones
    de explotación, mercantilización de los medios de vida, fomentando
    la participación de los actores de la economía social y solidaria.
  • Que
    el modelo económico no considere a la naturaleza como un objeto de
    explotación irracional, por lo que exigimos que la iniciativa
    Yasuní ITT, de mantener el petróleo bajo tierra, sea sometida a
    consulta popular para demostrar al mundo que es posible un verdadero
    cambio de matriz productiva.
  • Que
    el modelo económico extractivista, colonizador de los cuerpos de
    las mujeres, genera condiciones sociales y culturales que promueven
    la explotación y el abuso sexual.
  • Que
    suspendan las negociaciones del TLC con la Unión Europea y se
    transparente los textos en negociación.
  • Asegurar
    y garantizar el acceso real de las mujeres a los medios de vida como
    el agua, la tierra, las semillas, que mantengan la soberanía
    alimentaria y el mandato constitucional de No a los transgénicos.
  • Garantizar
    los derechos laborales y la seguridad social para las mujeres,
    incluidas aquellas que están dedicadas al trabajo reproductivo y al
    trabajo sexual.
  • Formular
    e implementar políticas públicas orientadas a promover
    responsabilidades compartidas en el trabajo del cuidado de la vida y
    creación de servicios que faciliten el ejercicio del derecho a la
    recreación y al descanso de las mujeres.
  • Garantizar
    el acceso a la educación a todos los niveles, además de una
    educación no sexista, diversa, que promueva las libertades de
    conciencia, de cátedra,  de asociación y organización;
    principios democráticos que las últimas reformas están
    vulnerando.
  • Garantizar
    el derecho a una vida libre de violencias: física, psicológica,
    sexual, económica, patrimonial y política, desde un pluralismo
    jurídico con enfoque de género.
  • Nuestra
    máxima exigencia es una Ley Orgánica de Erradicación de las
    Violencias contra las Mujeres, la tipificación del feminicidio y el
    femicidio. Sin embargo, frente al contexto legislativo, demandamos
    de manera urgente que el Código Orgánico Integral Penal incluya
    nuestra propuesta a las reformas de la Ley 103, el Procedimiento
    Especial y Expedito para juzgar infracciones de violencia contra la
    mujer e intrafamiliar, la tipificación del femicidio y la violencia
    contra la mujer y la familia. No aceptamos retrocesos en nuestros
    derechos, menos aún en una Asamblea liderada por mujeres.
  • Tipificar
    los delitos sexuales relacionados con la trata de personas desde una
    comprensión integral que sancione a los “consumidores” de
    explotación sexual de niñas, niños, adolescentes y mujeres, hecho
    repudiable que es considerado a nivel global como nueva forma de
    esclavitud. En concordancia con la Constitución, la legislación
    secundaria debe mantener esta coherencia a favor de las víctimas de
    trata y tráfico, incluyendo la figura del recurso efectivo para la
    protección y reparación de derechos.
  • Despenalizar
    totalmente el aborto por ser un tema de justicia social y salud
    pública en el que hay que considerar los profundos problemas
    sociales, las altas tasas de mortalidad materna y la ausencia de
    garantías hacia las víctimas de violencia sexual. Las mujeres
    somos capaces de tomar decisiones autónomas sobre nuestros cuerpos
    y proyectos de vida. En el contexto actual, exigimos la
    despenalización del aborto por violación considerado como delito
    de lesa humanidad, sustentado en la lacerante realidad de violencia
    sexual que vivimos las mujeres, niñas y adolescentes en el Ecuador.
  • Crear
    el Consejo de Igualdad de las Mujeres a través de la Ley Orgánica
    de Consejos de Igualdad. La superación de las desigualdades entre
    personas requiere de una Ley Orgánica basada en el reconocimiento
    de los sujetos de derechos, la implementación de sistemas de
    protección integral de derechos, y una institucionalidad que ejerza
    rectoría e incidencia en la construcción de políticas públicas,
    de acuerdo con el mandato Constitucional.
  • Vemos
    con preocupación que el proyecto del Código Orgánico Integral
    Penal en lugar de garantizar los derechos humanos, colectivos y de
    la naturaleza – contrariando tratados y convenios internacionales y
    nuestra propia Constitución- criminaliza la protesta social,
    persigue a opositores políticos, coarta la libre asociación y
    participación, viola el derecho a la resistencia. Rompiendo la
    Constitución de garantía de derechos, el COIP aumenta penas para
    organizaciones, colectivos y personas, sobre todo servidores
    públicos, criminaliza, denuncia y condena a las mujeres más pobres
    en los servicios de salud, evadiendo las responsabilidades del
    Estado. Todo ello abre la posibilidad de que los/as operadores/as de
    justicia usen en forma arbitraria las tipificaciones abiertas y no
    precisas de terrorismo, financiación del terrorismo, sabotaje,
    rebelión, instigación y apología del delito, e incluso
    participación y hasta huelga. Proponemos precisión en esta
    tipología presente en todo el Código y consecuencia con la
    garantía de derechos eliminando la concepción de un derecho
    punitivo basado en la persecución a quienes piensan diferente
    tratándolos como delincuentes o más aún “enemigos internos”.
  • Eliminar
    el Decreto 016 por atentatorio al derecho a la libre asociación y
    participación autónoma de las diversas actorías sociales.
  • Promover
    una Cultura de la Paz, basada en la justicia social, como el
    conjunto de principios, actitudes y herramientas que rechazan la
    violencia y previene los conflictos atacando sus causas, mediante el
    diálogo, la negociación y la restauración de los derechos
    violentados.
El
Movimiento de Mujeres del Ecuador:
Se
adhiere y multiplica las voces de las mujeres de los pueblos y
nacionalidades que luchan en sus territorios contra el modelo
capitalista extractivista y rechaza la política petrolera que se
visibiliza en las actuales rondas petroleras y la negociación con
las empresas mixtas.
Rechaza
la política del gobierno nacional, que junto a otros gobiernos,
promociona la megaminería, el monocultivo y agrotóxicos, la misma
que atenta contra los principios constitucionales y abre la puerta a
los transgénicos en detrimento de la soberanía alimentaria.
Responsabilizamos al Estado ecuatoriano de la violencia que pueda
surgir en los territorios sea por las fuerzas armadas o por las
mismas empresas.
Apoya
y convoca a otros movimientos sociales de pueblos y nacionalidades,
jóvenes, ecologistas, trabajadoras/es, pobladoras/es, de
diversidades sexo genéricas e intelectuales, a proclamar la
necesidad de la autodeterminación de las soberanías territorial,
alimentaria, energética y de los cuerpos
.
Hacemos
un llamado a la ciudadanía:
A
que no nos acomodemos a los sistemas de injusticias, explotación y
represión.
A
no perder la capacidad de indignación ni renuncia a nuestros
derechos.
Continuaremos
en resistencia, en la construcción colectiva de propuestas que
aporten al desarrollo de una cultura de paz, igualdad y felicidad
para todas y todos
Movimiento
de Mujeres del Ecuador:
ACDemocracia
Asamblea
de Mujeres Populares y Diversas del Ecuador – AMPDE
Asociación
de Mujeres de las Juntas Parroquiales Rurales del Ecuador-AMJUPRE
Cabildo
de Mujeres de Quito“
CEDEAL
Confederación
de Mujeres por el Cambio – CONFEMEC
Coordinadora
Política de Mujeres del Ecuador
Colectivo
Nosotras
Flor
del Guanto
Foro
Nacional de las Mujeres
Foro
de Abogadas por la Seguridad Jurídica – Guayas
Frente
de Defensa de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos
Movimiento
de Mujeres de Sectores Populares y Colectivo Político Luna Creciente
Movimiento
de Mujeres de El Oro
Plataforma
Nacional por los Derechos de las Mujeres
Organización
Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas
Red
de Mujeres de Santa Elena
Red
de Mujeres Políticas del Ecuador-REMPE
Secretaría
de la Mujer UNE
Veedurías
Ciudadanas por la erradicación de la violencia contra las mujeres