Bogotá y Lima, el 05 de Septiembre 2012
Las organizaciones de Derechos Humanos, sindicales, campesinas,
indígenas, afro-descendientes, víctimas de conflicto armado, organizaciones estudiantiles, de
mujeres, medioambientales y de desarrollo abajo firmantes deseamos una transformación en las
relaciones actuales de la Unión Europea (UE) con América Latina. Defendemos unas relaciones
comerciales basadas en la complementariedad y el desarrollo inclusivo de las regiones desde un
enfoque de derechos; creemos que el Tratado de Libre Comercio negociado por la UE con Perú y
Colombia, y propuesto para Ecuador y Bolivia, va en una dirección contraria, teniendo en cuenta que:
• Existen diferencias abismales entre las economías y los niveles de
desarrollo de Europa y los países andinos. Estas asimetrías hacen que el
actor más fuerte, en este caso la UE, pueda imponer sus condiciones en
beneficio de sus intereses (particularmente corporativos), aplicando
normas que limitan la capacidad de los países para definir su modelo de
desarrollo y, en consecuencia, el bienestar de las mayorías tanto en
Europa como
en los países andinos.
• El acuerdo entre la UE y los países andinos fue negociado antes de la
implosión de la crisis europea. En el momento actual, el acuerdo propone
medidas – como la liberalización de los servicios financieros- que
profundizan el mismo modelo que está en crisis. Con este tipo de
medidas, se pone hoy en peligro, además de la economía real, la
existencia de los servicios públicos como la salud y la educación.
• El acuerdo profundizaría el modelo minero extractivista y el carácter exportador de materias primas de Colombia y Perú, con graves consecuencias ambientales y sociales, así como sobre
los territorios y comunidades locales, que no han sido tomadas en cuenta en el Acuerdo
negociado.
• El Acuerdo de libre comercio privilegia la seguridad de los inversionistas en detrimento de los derechos y el desarrollo de los pueblos latinoamericanos. Las disposiciones actuales sobre
derechos humanos son inoperantes como lo fueron las que están en vigor actualmente en el
marco del SGP+. Además, los beneficios que obtendrían las empresas europeas no se
revierten en un mayor bienestar y el cumplimiento de los derechos económicos y sociales
para las/los ciudadanas/os.
• Estos acuerdos se negociaron a espaldas de los pueblos afectados tanto de América Latina como de Europa, en medio de conflictos sociales intensos. Y por ende no toman en cuenta
sus opiniones, preocupaciones o intereses. Para ejemplificar lo
anterior, algunos ejemplos de los posibles efectos agravantes de los
acuerdos negociados dan cuenta de que:
– En Colombia cerca de la mitad de los pueblos indígenas están en vías
de extinción debido en gran parte al desarrollo de proyectos económicos
(principalmente industrias extractivas y agroindustria) en sus
territorios. Según el estudio de impacto encargado por la propia Comisión Europea1, el TLC entre la UE Colombia y Perú tendrá como resultado el aumento de la presión sobre la tierra. Las organizaciones de los pueblos
indígenas estuvieron reiteradamente en el Parlamento Europeo denunciando
esta situación, pero vemos que sus denuncias no han sido tomadas en cuenta hasta ahora.
– El Tratado negociado amenaza gravemente la soberanía y seguridad alimentaria: se han demostrado los impactos nefastos en el sector lechero para los pequeños productores de los
diferentes países2. El impulso a los proyectos de agroindustria y
principalmente a la producción de palma y caña, materias primas para agrocombustibles, implica una modificación del uso de los suelos, un
debilitamiento del sector campesino y el desplazamiento de comunidades
indígenas y afrocolombianas.
– Colombia exporta el 94% de su carbón y la UE es el primer importador. La mayor cantidad de
carbón se extrae en los departamentos de Guajira y Cesar. El 67% fue
extraído por transnacionales europeas y esta cifra aumentaria si se da
más privilegios a los inversionistas,
tal como lo prevé el TLC. Colombia es el país con los costos de
operación más bajos del continente. De este negocio, a Colombia sólo le
queda la afectación ambiental, social y económica. La Contraloría General ha demostrado que las empresas transnacionales no
pagan lo establecido por la ley. Ninguna norma del TLC permite responsabilizar y controlar a
estas empresas. Por el contrario, las empresas multinacionales podrán demandar al Estado
colombiano si éste se negara a expedir las licencias ambientales para la explotación minera,
argumentando que es una restricción injustificada a la inversión.
– En Perú y Colombia, los proyectos mineros no han tenido adecuadamente
en cuenta los impactos ambientales y sociales, como se refleja en los
casos de Cajamarca (Perú) y Santurbán (Colombia), ubicados en zonas
donde hay nacimientos de agua y han generado el rechazo de las
comunidades de la región.
La situación y los impactos de este tratado de libre comercio sobre la población en general y particularmente para las comunidades campesinas, los pueblos indígenas, afrocolombianos y las mujeres, de ninguna manera se resuelven con una Hoja de Ruta limitada y
sin fuerza vinculante con los acuerdos. Así mismo, la crítica situación
de violaciones a los derechos humanos, violencia
antisindical y amenazas contra las y los defensores de derechos humanos
continúa existiendo, bajo la complicidad del Estado Colombiano y no ha
sido resuelta hasta ahora.
Un informe reciente encargado por el Parlamento Europeo a académicos del Reino Unido3 concluye que “no hay ningún mecanismo específico para el seguimiento de la aplicación de la
cláusula de derechos humanos, ni ningún subcomité dedicado a las
cuestiones relacionadas con los derechos humanos y la democracia”.
Igualmente subraya que “en oposición a la posición del Parlamento Europeo, el Acuerdo contiene solo las referencias más
limitadas a la responsabilidad social corporativa (como ámbitos de
cooperación). Tampoco hace referencia alguna al Convenio nº
169 de la OIT sobre los derechos de los pueblos indígenas y tribales, al
que se hace referencia en la evaluación del impacto sobre la
sostenibilidad””
Por estas razones y otras más, nosotras-os como organizaciones de
Colombia, Perú y Ecuador, sumándonos así a numerosos sectores, les
solicitamos votar por la NO ratificación de este Tratado.
1 “EU-Andean Trade Sustainability Impact Assessment”;
http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2010/april/tradoc_146014.pdf
2 “The European Union is the Big Cheese. EU Trade Agreements with
Latin America”. ALOP, APRODEV, GRUPO SUR. Julio 2010
3 “UNIÓN EUROPEA: «ACUERDO COMERCIAL» CON COLOMBIA Y PERÚ”.
Christopher STEVENS y Jody KEAN, Instituto de Desarrollo en Países Extranjeros, Reino Unido Lorand BARTELS, Universidad de Cambridge, Reino Unido Stephen WOOLCOCK, Escuela de Economía de Londres, Reino Unido. 20 de marzo de 2012
http://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2009_2014/documents/inta/dv/896/896710/896710es.pdf